Te voy a pegar un pequeño extracto de mi biografía para poder contarte algo importante:
Me llamo Alex y puedo decir que soy experto en adaptarme al cambio, pero al cambio voluntario, no cambios que aparecen en la vida a los que tienes que adaptarte. Al revés. Detecto algo que debe cambiar, me adapto y cambia mi vida manifestando una nueva etapa.
Es posible que te hayas fijado que en tu vida se repiten etapas de estancamiento, rutina y apatía y posteriormente etapas de explosión máxima, creatividad y plenitud.
En la mayoría de estos casos el proceso es siempre el mismo: Estancamiento –> Lucidez (darse cuenta) –> Cambio (adaptación) –> Manifestación.
He vivido muchos procesos como este en mi vida, etapas de estancamiento y posteriores manifestaciones de empresas, parejas deseadas, casas idílicas,… En referencia a esto, lo que más me ha ocupado/ofuscado en mi vida es el mundo del emprendimiento y lo que más me ha fascinado/transformado es el mundo de la consciencia (¡siendo consciente o no de ello!).
Fíjate en este ciclo que te he marcado en negrita. El primer punto “estancamiento” nos sucede a todos al apegarnos demasiado a alguna situación de nuestra vida que nos gusta o que nos es cómoda (aunque no te guste). La agarramos fuertemente y no nos damos cuenta que va cambiando… pero nosotros seguimos idealizándola. Resultado -> estancamiento. Este es el punto en el picas piedra, y picas piedra y picas piedra… y parece que por más que lo intentas no avanzas.
El último punto “manifestación” sucede al soltar ese “apego”, al darnos cuenta que estamos agarrados a un clavo ardiendo y permitirnos el cambio. Es posible haya un período de duelo por aquello que hemos soltado, pero se abre espacio para lo nuevo.
Ejemplo:
En tu día a día es posible que estés batallando con que no “llegas a fin de mes”. Hagas lo que hagas siempre estás igual. Entonces piensas: “quizás puedo emprender”. Y lo intentas. Pero eso tampoco está dando frutos. Y sufres. Esta es una etapa de estancamiento. Te estas apegando, sin darte cuenta, a tu antiguo yo. A esa versión de ti, que aunque no era feliz con el sueldo que tenía, estaba cómod@, era fácil, … y esta nueva etapa te está obligando a CAMBIAR, algo que no ves o no quieres hacer.
En este momento te das cuenta del estancamiento.
Lo que no es tan fácil es el segundo punto. La Lucidez. El darse cuenta. Y no solo darte cuenta de qué es exactamente lo que te está pasando (a veces entendemos el por qué nos pasa algo, o las creencias que hay detrás, pero eso no nos soluciona el problema) sino poder ver la estructura subyacente de nuestro día a día más allá de la forma. Es un sentir des de lo profundo de tu ser. Es cuando te dices… “¿Peeeerdona? aun estoy en esta historia! Hasta aquí!” Y en ese momento detonan una secuencia de acciones, SIN DARLE VUELTAS, acciones claras y potentes que te llevan a la siguiente etapa -> el cambio.
¿Te suena?
Fíjate que sin ese momento de Lucidez, no habría sido posible el resto. Y la Lucidez se cultiva.
¿Cómo?
Cultivando tu ATENCIÓN y tu SILENCIO interno.
Cultivar tu atención te permite escuchar tu voz interna con mucha más claridad, aquella voz que te dice cuando es el momento de continuar o de soltar (un proyecto, una pareja, una casa, una idea…), de luchar o de rendirse (de seguir dándolo todo o de ir a por otra cosa), de reaccionar o de esperar (de poner un límite o de darte cuenta que no va contigo), de sucumbir o de librarte (de una trampa, una manipulación, …), de estar en carencia o en abundancia, de ser esclav@ o ser libre, de sentirte vací@ o realizad@.
Por eso mi propuesta es siempre doble:
Por un lado entender lo que pasa. Para poder reconocerlo cuando suceda. Es por eso que en mis cursos y en el programa Haz Que Suceda hay masterclasses que abordan esto desde varios enfoques (psicológicos, emocionales, corporales, energéticos…) y así cuando algo se mueve, si tu atención está atenta (valga la redundancia 🤣) lo puedes pescar y permitir, en vez de reaccionar.
Por otro lado cultivar la atención con la meditación. Para poder ver (tener lucidez) en los momentos clave de la vida, y para poder sostener el proceso dure lo que dure.
Lo he visto durante años en el mundo del emprendimiento. Personas luchando contra viento y marea (¡me incluyo!) para conseguir que su ilusión, su proyecto arranque. Personas que han hecho muchos cursos de marketing, ventas, copywriting, redes sociales, … pero nada. Y no es eso. Es lo que te contaba más arriba.
Es necesario otro enfoque. Un enfoque más hacia adentro y no tan hacia afuera. Un enfoque que empodere a la persona. Y ese es mi propósito ahora mismo.